miércoles, 10 de septiembre de 2014

Capitulo 28 (Jonhy)

Tal y como dijo Truji, nos separamos en dos grupos y seguimos cada uno por un lado.Avanzamos hacia la oscuridad que reinaba en aquel lugar, pero por suerte habíamos cogido una linterna cada grupo, que la llevaba Aza. Un rato después oímos un grito ahogado que provenía del final del pasillo, todos avanzamos hasta llegar a una esquina en la que se encontraba un miembro del gremio oscuro con bastantes heridas y un charco de sangre a su alrededor.
-¿Que cojones ha pasado?-Le pregunte.
-No...continuéis,... no sabéis... hasta que punto...os consumirá...-Respondió.
Acto seguido el mago falleció.
Ninguno de nosotros dijimos nada pero por nuestras caras se sabia que teníamos miedo.
Avanzamos un poco mas por aquel pasillo y la linterna que llevaba Aza empezó a parpadear.
-¿Que le pasa a esa linterna?-Me gire hacia el grupo, pero no había nadie-¿Hola?¿Donde estáis?
Todo estaba sumido en la penumbra y de repente un luz como si de un foco se tratara alumbro a una chica delante mía. Esa chica iba vestida con un vestido blanco y carecía expresión facial,lo que me tenia acojonado.La chica avanzo hacia mi con un cuchillo en la mano.Intente pararla pero a mi cuerpo le costaba demasiado.
La chica intento apuñalarme en el cuello y yo sujete sus brazos, entonces las palabras de Ilyf resonaron en mi cabeza:''Este laberinto saca los peores miedos de cada uno''.
En ese momento desperté y vi a todos mis compañeros asustados, pero me estaban mirando a mi.Cuando me di cuenta estaba sujetando un cuchillo sobre mi garganta.
-Tenemos que llegar al final de este maldito laberinto o acabaremos locos o muertos.
Ellos asintieron con la cabeza y seguimos el camino.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Capítulo 27 (Re).

  A medida que bajábamos, el aire se volvía aún más viciado y opresivo, haciéndonos sentir angustiados. Miré hacia abajo con precaución, donde la cuerda por la que descendíamos desaparecía en la oscuridad, a pesar de que Zoe, que iba delante mía, llevaba una pequeña linterna de color claro enganchada a su cadera con un cinturón de enredaderas, al igual que la Máster, que iba la última. Me detení un segundo para coger y seguí descendiendo con precaución. Las manos me temblaban, ya que no estaba en muy buena forma, y, si no hubiese hecho un frío de muerte ahí abajo, habría estado cubierta de sudor.
  Cuando llegamos abajo, no pude evitar soltar un suspiro de alivio. Happy, Natsu, Gray y Gajeel nos esperaban discutiendo, como siempre. Nada más vernos llegar, Natsu se tiró sobre Laxus, dispuesto a pelearse con él, pero Makarov se interpuso.
  -Está bien, está bien -bufó-. Esto es importante, ya os pelearéis cuando hayamos terminado aquí.
  A continuación soltó una risita burlona y se giró en redondo con un cómico brillo de ojos, haciendo hondear su capa beige.
  Sonreí y miré hacia arriba, y... la verdad es que lo que vi me hizo sentir muy estúpida. La bajada era de unos quince metros, más o menos. Y a mí se me había hecho eterna. La verdad es que la había imaginado mucho peor.
  Truji carraspeó, sacándome de mi ensoñación.
  -No podemos pararnos, vamos -echó a andar sin esperar ni siquiera a que le siguiéramos, pero lo hicimos.
  Nos encaminamos hacia la oscuridad, esta vez con Truji por delante y Zoe por detrás, alumbrándonos el camino. Unos metros más adelantes nos encontramos con la primera bifurcación, que separaba el camino hacia la derecha y hacia delante.
  -Deberíamos separarnos -espetó Erza.
  Los demás asentimos, dándole la razón.
  -Natsu, Gajeel, Zoe, Erza y yo iremos por el camino de la derecha -dijo Truji, mirándonos uno por uno-. Los demás id por el de la izquierda. Y no os separéis -hubo una larga pausa en la que nadie dijo nada, cada uno sopesando sus posibilidades-. Mucha suerte.

domingo, 24 de agosto de 2014

Capitulo 26 ( Ilyf ).

Seguía mirando incrédula a la supuesta puerta que daba al laberinto, por la cual tres estúpidos y un exceed habían entrado. Yo no era la única sorprendida, los demás estaban o bien con la boca abierta o bien soltando toda clase de insultos.


-¿Seguís vivos? - Gritó Church con la cabeza metida en el agujero de la tierra.

-Noooooo. - Dijo Natsu.

-Me alegro. - dije yo.

-No lo dudo, pero necesitamos una mano aquí abajo, no se ve nada.

-Dijo el mago que puede crear fuego. - Respondí.

-Jaja muy graciosa. No podemos utilizar magia aquí abajo.

-Mierda, -dijo Truji - necesitamos linternas y algo con lo que guiarnos, si no podemos utilizar poderes, vamos a perdernos en el laberinto.

-Yo voy a por las linternas. -Dijo Zoe.

-No creo que existan mapas de laberintos y si existieran no tenemos tiempo para encontrarlos. -Dijo Re.


Truji se quedó mirando a Re pensativa.

Lo mejor será que nos dividamos y que solo bajen unos pocos al laberinto. Los demás se queden aquí fuera por si fuera necesario ayudar. -Dijo.

-Yo voy. -Dije ya situándome para bajar al laberinto, pero una mano me agarró de la chaqueta y me tiró hacia atrás, Truji me miraba con cara de pocos amigos.

-Todavía no te has recuperado de la batalla y tu herida no ha sanado del todo, tú te quedas aquí vigilando.

-No pienso quedarme aquí sola vigilando, mientras vosotros tenéis toda la diversión. -Le dije indignada.

-No te vas a quedar sola, te quedarás con Church. -Dijo Truji.

-¡¿Y yo por qué tengo que hacer de niñero!? -Gritó Church.

-Porque puedes volar, y en caso de que tengamos que avisaros puedes llevar a Ilyf.

-¡Tú también puedes volar!- Exclamó.

-Ya... pero yo soy la Máster y tú sólo un gato que habla.


Diez minutos después, todos se disponían a bajar al laberinto, y yo estaba mirando a todos con cara de asesina desde el árbol al que Truji había decidido encadenarme, según ella, para no correr peligros.


-Me las pagarás por esta Truji. -Dije antes de que ella entrara en el laberinto.

-Lo dudo Ilyf, lo dudo. -Dijo para después desaparecer dentro de aquel agujero en la tierra.


jueves, 21 de agosto de 2014

Capítulo 25 (Truji).

Nunca cambiaré mi forma de pensar: Cuando eres Máster de un gremio, los magos son una molestia. Que si no me gusta esto, que si ese me ha dicho, que si este es mejor que yo... Son como auténticos niños. Cuando acabó la cena, subí al tejado de nuestra "casa" y me senté observando el cielo nocturno. Corría una brisa agradable, y el único ruido que podía escuchar, era el romper de las olas.

-Ahhh... qué paz. - Me dije a mí misma susurrando. 

De repente, sentí una presencia a mi espalda, y con un rápido movimiento horizontal, ataqué con mi guadaña. La sombra, pudo esquivarlo. Es más, saltó y cayó de pie en la hoja del arma.

-Wow, un poco más y me quedo sin piernas. - Dijo la sombra.

-Si vistieras de amarillo neón, y tuvieses el pelo rosa, te podría distinguir. -Dije riendo.

La sombra era Gajeel, uno de los integrantes de Fairy Tail. Se sentó a mi lado, dejando un hueco entre los dos mientras reía por la broma.

-¿Qué hace una Máster de un gremio aquí, dejando a sus animalitos indefensos? -Me preguntó mirando al frente.

-¿Indefensos? A veces pienso que pueden conmigo. -Respondí sonriente.

Él me miró con un gesto bastante serio, "supongo que es su cara de siempre" me dije a mí misma, y entonces me reí.

-¿Cuál es tu secreto? -Me preguntó.

-¿Secreto? - Le cuestioné sorprendida.

-Ya sabes...

-¿...?

-¿Cómo escondes los años? ¿Cuál es tu secreto para conservarte tan joven? Porque,¿cuántos tienes? 200 al menos,¿no? -Me preguntó aganrrándose la nuca con una mano.

Le sonreí de una forma en la que se podía distinguir bastante bien el "te voy a matar" detrás de ese gesto.

-Tengo la misma edad que tú. -Le contesté de manera en la que se notaba mi enfado.

-L-lo siento entonces... -Dijo dándose cuenta de su error. -Pero si eres tan joven,¿por qué hacer un gremio?

Me quedé en silencio. Abracé mis piernas y apoyé mi mejilla en una de mis rodillas.

-Supongo que fue por puro egoísmo. -Respondí. 

No le dio tiempo a decir nada más porque escuchamos los gritos de Ázafran provenientes del acantilado. Me levanté, y de un salto, caí justo encima de la puerta del laberinto. La maga que estaba gritando se asustó por mi aparición de la nada.

-¡M-Máster! ¡Ten cuidado o la puerta se abrir-

Y ¡puf! La puerta se abrió debajo de mis pies haciendo que me cayese al vacío.

-¡Máster! -Gritó de nuevo Ázafran.

Es entonces cuando estaba colgando agarrada a mi guadaña, que había conseguido hincar en la pared antes de caerme.

-Hey, que sigo viva. -Hice el signo de la paz sonriente, sin soltar la guadaña.

De repente, todos los integrantes de ambos gremios ya había salido, y estaba mirando.

-¡Máster! ¡Máster! ¡Máster! -Gritaban muchas voces a la vez.

-Tengo una pregunta. -Dijo Church. -¿Por qué montas todo este numerito, si puedes volar?

Estúpido gato. Estúpido. Gato.

-Si eres tan curioso, ¿por qué no bajas a ayudarme, eh, majo? - Le sonreí.

-Me niego rotundamente. -Me respondió yéndose.

Estúpido gato. Trepé por mi guadaña, hasta llegar a la hoja de ésta. La agarré, cortándome las manos, pero logré subir.

-Lo siento Máster, mi poder no funciona en las paredes... -Se disculpó Ázafran.

-No importa, estoy bien. -Le dije. -El caso es, ¿quién entrará primero?

-Ah, eso es fácil de saber, -dijo Laxus cogiendo a Happy de la cabeza - este bichejo puede volar, así que... 

Lo lanzó al fondo del laberinto como si fuese una pelota de béisbol. Estúpido hombre.

-¡HAPPY! -Dijo Natsu tirándose detrás de él.

-¡Maldito idiota! - Dijo Gray tirándose detrás de él.

-¡Yo no voy a ser menos que Natsu! -Gritó Gajeel tirándose también.

Todos los de mi gremio, y los restantes de Fairy Tail nos quedamos totalmente en blanco.

-Menudos idiotas. -Dijos al unísono. 

Capítulo 24 (Ázafran).

Después de que Johny se despidiera de esa forma tan agradable con el alcalde, seguimos 
adelante. Si aquel gremio oscuro estaba en la búsqueda del medallón, nosotros debíamos encontrarlo primero.

- Aza, - me llamó Truji – hemos decidido movernos por parejas por el laberinto, para poder explorarlo más rápido. – Asentí con la cabeza para que continuara. – Así que te toca ir con Gajeel. Habéis sido los últimos.

- Máster, - Truji alzó una ceja, yo no solía reprocharle sus decisiones. – casi me atan por su culpa, no creo que sea buena idea. – le susurré - Es un idiota.

Sin venir a cuento, Gajeel se metió en nuestra conversación.

- ¿A quién llamas idiota, bocas? – enfurecido el joven se acercó a mí - si no hubieras hablado ya los tendría en mi mano.

Se me hinchó la vena de la frente y me remangué la camiseta dispuesta de ir en contra de él, pero Truji me paró. Soltó un largo suspiro.

- Te cambio la pareja, si decides comportarte. – mi expresión facial cambió a la de ilusión, en ese momento creo que Truji se arrepintió de ablandarse – pero no es gratis. Harás horas extra de trabajo en el gremio hasta que mueras.

- ¡Sin problema Máster! 

Gajeel, ante el cambio, no dijo nada al respecto. Sólo se sentó junto a los de su gremio y escuchó atentamente sobre lo que iban a hacer. En ese instante me incorporé con Zoe y Re, que preparaban algo de cenar para todos. Después me presentaron a quien iba a ser mi
compañero, Laxus. Servimos la cena y mientras tanto, les eché un ojo a los integrantes de Fairy Tail. Además de divertidos parecían muy fuertes. La cena fue agradable, charlábamos sin problemas, aunque había alguna que otra pelea. En cuanto intentaba nacer ambos Másters de los dos gremios la finalizaban. No faltaron las risas. Cuando acabamos de recoger los platos, me dispuse a salir a tomar un poco de aire. La noche era tranquila y la casa estaba en un acantilado. Las vistas al mar eran realmente preciosas. Fui a sentarme en el suelo, me cansé de estar de pie, cuando... lo sentí. Sólo con colocar mis manos lo había encontrado. Nerviosa me levanté y cavé un poco en la arena de aquel mismo sitio. Más bien que cavar, se fue apartando sola gracias a mi poder. Se podían ver dos puertas cómo las de un armario en el suelo, pomos incluidos. No pude evitar tirar de ellos y abrirlas, daban a unas escaleras. Lo había encontrado. 

- ¡Venid todos! – chillé. – ¡He encontrado la entrada al laberinto!

martes, 19 de agosto de 2014

Capitulo 23 (Johny).

Estuvimos almorzando todos juntos mientras hablábamos del laberinto de Hargeon y el medallón. Atravesamos toda Hargeon hasta llegar a la zona de la que Zoe y Aza nos dijeron. Se trataba de una playa con una mansión a su lado, lo que causaba contraste.

-Esta es la casa de la que hablamos. –Dijo Zoe- La entrada al laberinto no debe estar lejos.

-¿Pero ésto no es propiedad del alcalde?- Preguntó Aza –Podría molestarse si entramos sin permiso.

-Pues que se moleste, no tenemos tiempo para pedir permiso. -Dije sin apenas preocupación.

De repente se escuchó un grito proveniente de la puerta de aquella casa.

-¡EH, TÚ!¿¡Qué te crees que estás haciendo!?

Todos nos giramos para ver quién gritaba. Se trataba del propio alcalde, el cual no parecía de buen humor. El hombre era bastante bajito, con una gran calva reluciente y vestido con un albornoz de terciopelo rojo, mientras sujetaba una copa con alcohol.

-¿¡No sabéis que este es mi territorio!?

-Verá señor alcalde, -Intentó explicar Truji- Somos miembros de los Gremios de Lion Tusks y 

Fair...

-¡NI GREMIOS NI LECHES!-Contestó el hombrecillo de mala manera -¡Fuera de mis tierras!

-¡Oiga! Nosotros no le hemos hablado de tal manera, solo queremos investigar el laberinto que hay aquí cerca y ya está.

-¡HE DICHO QUE FUERA!

En ese momento me tiro la copa que portaba a la cara, reventándose al impactar. Eso provocó varias brechas y junto con el alcohol que tenía me produjo irritación. Mis compañeros soltaron un pequeño grito ahogado,mientras Truji se disponía a atacarle, yo le levanté la mano indicándole que no lo hiciera. Acto seguido me incorporé y cogí del cuello al alcalde levantándole del suelo medio metro. Le miré a los ojos con la cara un poco ensangrentada y le dije:

-Alcalducho de mierda, nos vas a dejar hacer nuestro trabajo ¿verdad?

Su cara empezaba a coger un color morado. El hombre me miraba con terror y con flojera me 
dijo: -Cla...Claro que sí...

-Así me gusta...-Contesté mientras le dejaba en el suelo.

Me giré a mis amigos y todos tenían la boca abierta.

 -Podemos seguir. - Me limpié un poco la cara y proseguimos sin hablar en todo el trayecto restante.

domingo, 17 de agosto de 2014

Capítulo 22 (Zoe).

-¡Está escondido en el laberinto de Hargeón!

¿El laberinto de Hargeón? Había permanecido callada y sentada entre Re y Erza, en silencio, dejando que los dos Máster hicieran su trabajo, pero ahora lo que escuché me llamó la atención. Me levanté y me acerqué a donde ellos interrogaban al prisionero, que temblaba como una hoja al encontrarse aprisionado por dos magos tan poderosos como ellos.

Le puse la mano en el hombre a Truji, nuestra Máster.

-¿Me dejáis?- Me miraron extrañados, pues no sabían que es lo que iba a hacer.

Me puse en cuclillas al lado del chico, supuse que tendría unos quince años, tenía el cabello negro y rizado y los ojos de color azabache. Le dediqué una de mis mejores sonrisas y le acaricié el rostro desde las sienes hasta la barbilla. De mis manos salía una especie de magia blanca que brillaba con una cálida luz, en ese momento cerré los ojos y en mi mente apareció un medallón de forma redondo, con una gran piedra negra, atravesada por líneas rojas de un rojo escarlata que lo separaban en tres partes, que pendía de una cadena de oro recia.
Abrí los ojos lentamente, no cabía duda de lo que era... Dirigí mi mirada a los Máster y luego hacia Aza.

-Aza, extiende tus poderes por el suelo, si encuentras un obstáculo, avísame, yo voy a hacer lo mismo.

Extendí las raíces por el suelo tanteando por todos lados, algunas veces mis raíces se encontraban con el poder de Aza y hacíamos que se entrelazaban, eso nos hacía reír de vez en cuando y nos ganábamos una mirada extrañada de todos. De repente, Aza gritó:

-¡Lo he encontrado Zoe!

-¿En qué parte se encuentra?

-Cerca de la casa del alcalde, a unos quinientos metros al sureste, cerca de la playa.

-Como suponía...

-Se trata de Caristo, ¿verdad, Zoe?- En ese momento intervino Ilyf. 

Le dirigí una mirada y asentí, seguramente ella habría leído el mismo libro que yo y cuando nos pusimos a buscar la entrada, ató cabos.

-¿El quéééé? - Dijeron Natsu, Grey y Johny al unísono.

-¿Caristo? Eso no era... - Empezó Erza.

-El medallón de Zeref, también conocido como el medallón del miedo. - Dijo Laxus.

-Así que era eso lo que te pasaba por la cabeza, ¿verdad, chica?- me miró intensamente y asentí.

-Entonces se supone que debemos buscar un artefacto de Zeref, el mago oscuro...- Djio Re, sabiendo por donde iban los tiros.

-Supongo que sí. - Dijo Truji.

-¿Entonces que es lo que estamos esperando?- Dijo Gajeel que hasta entonces había permanecido en silencio.

-No es tan fácil, deberíamos descansar, ese medallón quema el alma hasta tal punto que la persona se vuelve loca, saca a relucir sus mayores miedos a la luz. - Dijo Ilyf.

-Además, ahora mismo estamos cansados y hambrientos, deberíamos esperar- dijo Makarov. 
Truji asintió mostrando su conformidad, sacamos las provisiones que teníamos y empezamos a comer, sin poder sacarnos de la cabeza, lo que tendríamos que hacer al día siguiente.

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